Unos pocos se exceden en el uso de la fuerza en el cumplimiento de su deber y otros, cumplen fielmente su deber de proteger a los ciudadanos en su vida, bienes y honra.

Eso fue lo que hicieron dos policías de la Metropolitana de Barranquilla, quiene ayudaron a salvar la vida de un hombre, que había sufrido un infarto y cuya esposa iba manejando por el carril solo bus de Transmetro.

El caso, que hasta hoy se hace público, sucedió el miércoles anterior en las horas de la mañana, cuando los patrulleros Abel Rojano y Jeison Rueda, adcritos a la Policía del Transporte Masivo, se percataron de que un vehículo particular transitaba por el carril solo bus en la carrera 46 a la altura de la calle 53. Tal y como lo indica el procedimiento, la patrulla detuvo el vehículo y encontró a una señora que entre lágrimas relató que su esposo alcanzó a llamarla pidiéndole ayuda con un fuerte dolor en el pecho y que iba a recogerlo frente a la Gobernación porque podría tratarse de un infarto.

"Al momento de acercarnos ella estaba alterada, llorando, pidiendo auxilio, que a su esposo le había dado un infarto. Mi compañero y yo tomamos la decisión de ayudarle porque estaba muy asustada y porque es nuestro deber ser", contó el patrullero Rueda.

Sin pensarlo dos veces, los patrulleros escoltaron a la angustiada mujer hasta la calle 40 entre 45 y 46 donde estaba el esposo. "Empezamos a parar el tráfico desde la calle 53, lo que era Murillo,  los semáforos no los encontramos en verde,  empezamos a parar todo el tráfico para que ella pudiera tener acceso y llegar a tiempo y conservar la integridad del señor", sostuvo el policía.

Al llegar los patrulleros encuentran que efectivamente el ciudadano estaba sufriendo un infarto. "Estaba tirado en un silla, de inmediato lo montamos en el vehículo y le sugerimos llevarlo a la Clínica Centro que era la más cercana, pero ella manifestó que no, que le hiciéramos el favor de acompañarla hasta la Clínica del Caribe", añadió el patrullero Abel Rojano.

"El señor estaba bastante delicado", agregó.

Ante esta situación los patrulleros se dieron a la tarea de custodiar, agilizar el paso del vehículo particular por el carril solo bus de Transmetro y pedir prioridad en la vía en las calles que desembocan sobre la avenida Olaya Herrera. 

"Se les hizo todo el acompañamiento", indicó Rojano.

"No decidimos llamar a ambulancias sino a despejarle el tránsito para que fuera rápida la llegada a la Clínica del Caribe", dijo el patrullero Rueda.

Al llegar a la Clínica del Caribe el hombre fue recibido por médicos y la patrulla se encargó de llevar a los parqueaderos el vehículo de la pareja. El ciudadano después fue trasladado a la Clínica Portoazul.

"El señor le dieron de alta, está en su casa, pero me informa su esposa que en 20 días será sometido a una intervención", precisó Rueda.

"Ese es nuestro trabajo"

Para los policías, Abel Rojano y Jeison Rueda, que además de integrar una patrulla estudiaron juntos, esta es la primera situación de este tipo que enfrentan.

Tanto Rojano como Rueda tienen sus familias y son padres, por eso se empeñan en darles un buen ejemplo a sus hijos.

 Ellos valoran el trabajo que a diario realizan ahora asignados al Tránsito de Transmetro.

Sobre la experiencia dicen que hay mucha gente que inventa cosas para evadir algún procedimiento cuando van en el carril solo bus de Transmetro, pero en este caso ellos evaluaron que la mujer estaba diciendo la verdad.

"Esta es nuestra labor, el día a día en la Policía es salvaguardar la vida e integridad física de los ciudadanos", puntualizó Jeison Rueda.

Ejemplo de que todos tenemos un ángel que nos cuida. El hombre infartado se encontró dos, dos ángeles en el carril de solo bus del Transmetro.